Las muelas de juicio o cordales son las últimas muelas adultas que
aparecen en la boca (erupcionan) y en ocasiones no tienen suficiente
espacio para emerger o desarrollarse normalmente. La mayoría de las
personas tiene cuatro cordales en la parte posterior de la boca; dos
en la parte superior y dos en la parte inferior.
Las cordales pueden provocar dolor, lesiones en los demás dientes y
otros problemas dentales. En algunos casos, pueden causar problemas ya
que son difíciles de limpiar, pueden ser más susceptibles a las caries
dentales y a la enfermedad de las encías que otras muelas.
Las muelas de juicio retenidas que provocan dolor u otras complicaciones
dentales suelen extraerse. Nosotros también recomendamos extraerlas
inclusive cuando no causan síntomas, para prevenir futuros problemas.
Mediante una evaluación podemos orientarte sobre el estado de tus
cordales y las opciones de tratamiento disponibles.
¡PREVIENE FUTUROS PROBLEMAS!
Por ello es necesario visitar a su odontólogo.
Preguntas frecuentes
No, hay pacientes que no las tienen, pero son casos menos frecuente, cada
paciente tiene la posibilidad de tener hasta 4 cordales.
No, no siempre salen. En ocasiones pueden estar retenidas y puede que no
tengan espacio para salir. Suelen aparecer alrededor de los 18-25 años,
aunque pueden erupcionar antes o después, dependiendo de muchos
factores.
En primer lugar tendrás que saber si las tienes o no. Para ello es
necesario acudir al dentista y realizar radiografías de evaluación.
Los problemas en la erupción de los cordales son muy frecuentes debido a
que en los cambios físicos del hombre, el tamaño del maxilar superior y
de la mandíbula ha ido disminuyendo más rápidamente que el número de
dientes. Esto produce una falta de espacio que impide la normal erupción
de estos.
Siempre es mejor realizar la extracción cuando no existe sintomatología
ni molestias, ya que la recuperación postoperatoria es más sencilla.
Es recomendable que las personas menores de 20 años acudan al odontólogo
para que se evalúe la necesidad de extraer sus muelas del juicio, ya que
las raíces estarán menos desarrolladas, el hueso circundante será más
blando y habrá, en consecuencia, menos posibilidades de tener alguna
complicación.
La extracción quirúrgica de los cordales es una intervención que se suele
realizar con anestesia local, extrayéndose de una hasta las cuatro
muelas de una sola vez, aunque normalmente se realizan primero las de un
lado y después las del otro, generalmente precisa la colocación de
puntos de sutura que se retiran en 7 días.
El postoperatorio está determinado por la posición de los cordales y el
tipo de intervención que se realice. El cirujano valorará su caso, y le
explicará el procedimiento a seguir.
Generalmente la extracción de los cordales implica un edema (hinchazón)
postoperatorio que puede ser de leve a moderado, entre uno y tres días.
Durante estos días deberá seguir una dieta blanda. Durante las primeras
horas la aplicación de hielo local reducirá esta hinchazón. Deben
seguirse estrictamente las pautas de higiene indicadas por el odontólogo
y evitar el enjuague violento o demasiado vigoroso en las primeras 24
horas. Le indicaremos medicamentos que harán su postoperatorio mucho más
cómodo.
Si hacemos caso omiso a un diente que queda retenido dentro del hueso,
corremos el riesgo de que se forme un quiste, que en algunos casos puede
degenerar a un carcinoma u otras patologías bastante serias. Y por otra
parte, si la muela está presionando las raíces de otra, esta última
puede padecer un proceso de reabsorción que acabe destruyéndola también,
produciendo la pérdida de un diente sano.
Es normal presentar molestias, inflamación y moretones después de un
procedimiento quirúrgico. Por ello es importante seguir las indicaciones
del odontólogo para reducirlas al mínimo.
Siga al pie de la letra la toma de los medicamentos en los horarios y
días indicados, de preferencia después de ingerir alimentos, o según
indique la receta. Esto ayudará a prevenir molestias por acidez
estomacal y náuseas. Recuerde, si está tomando medicamentos contra el
dolor, esto puede afectar sus reflejos, ya que algunos producen sueño,
así que evite manejar vehículos o maquinaria pesada si presenta
somnolencia.
En ocasiones, después del procedimiento se coloca una gasa enrollada en
el sitio(s) de extracción, debe mantenerla en su lugar con presión de
mordida durante 20 minutos aproximadamente. Si es necesario puede
reemplazar la gasa enrollada cada 30 minutos hasta reducir y detener el
sangrado.
La cantidad de sangrado puede variar de una persona a otra. En la mayoría
de casos el sangrado disminuye en 3–4 horas, pero es común que persista
un sangramiento leve hasta por 24 -72 horas post cirugía o incluso en
los siguientes días si accidentalmente se lastima con algún alimento.
Realice los enjuagues con la solución indicada suavemente, paseando el
líquido por toda la boca durante 1 minuto, 3 veces al día. No haga
enjuagues vigorosos ya que puede ocurrir un desalojo del coagulo y la
apertura de la herida si se sueltan o rompen los puntos de sutura.
Se recomienda lavar la zona de extracción con una jeringa de irrigación.
Llene la jeringuilla con agua salada tibia y coloque la punta de la
jeringuilla en el sitio de la extracción. Empuje suavemente el émbolo
para enjuagar y remover las partículas de alimentos. Esto debe realzase
durante los primeros 8 días después de la cirugía para evitar el acumulo
de alimentos y halitosis (mal olor en la boca) y acelerará el proceso de
curación.
La inflamación es normal después de una cirugía y es la causa principal
de molestias posteriores a un procedimiento quirúrgico (extracciones,
implantes etc). El proceso inflamatorio podría llegar a su punto máximo
al tercer día y luego comienza a disminuir.
Para permitir que el coágulo de sangre se forme sin problemas, no ingiera
alimentos durante las primeras 2 horas después de la cirugía. Comience
con una dieta líquida o semisólida, blanda. Poco a poco aumente su dieta
según pueda tolerarlo. Siempre ingiriendo alimentos fríos durante las
primeras 24 horas.
Debe comer solamente alimentos suaves durante la primera
semana, por ejemplo: sopas, huevos, puré de papas, plátano y verduras
salcochadas, alimentos que no requieran mucha fuerza para masticar.
También puede ayudar la ingesta de suplementos alimenticios como ensure.
No debe comer: alimentos picantes, calientes o muy
condimentados, tostados o nada que suelte migas, como pan francés, pan
dulce, corteza de pizza, bistec o carne seca de res, nueces o palomitas
de maíz.
Indicaciones Importante después de la cirugía
No ingerir bebidas con pajilla ya que esto producirá un efecto de
presión negativa o succión del coágulo, y podría producir una
hemorragia y complicar la el proceso de cicatrización.
No comer alimentos condimentados, picantes o grasosos durante 10
días.
No fume ni beba alcohol durante 1 semana ya que es perjudicial para
la cicatrización.
No escupir
No se exponga al calor (sol, cocina, parrillas etc.)
Se recomienda cepillarse los dientes y utilizar hilo dental con
movimientos delicados sin lastimar la zona intervenida, si no lo
hace, el acúmulo de placa bacteriana y de alimentos cerca del sitio
de extracción retrasarán la cicatrización. Su cepillo debe ser de
cerdas suaves o extra suaves.
Usted puede volver a sus actividades normales 2 o 3 días después de
su cirugía (si no hay otra indicación específica).
Las actividades físicas deben ser mínimas durante
la primera semana después de la cirugía. No realice ejercicios
físicos extenuantes o que generen agitación durante al menos 1
semana, ya que aumenta la presión arterial, lo que causará un
aumento de la inflamación, dolor y sangrado. (ejercicio, deportes,
manejar distancias largas etc.)
Evite doblarse, levantar objetos pesados o hacer esfuerzos. Tenga en
cuenta que probablemente no está alimentándose normalmente y esto le
puede debilitar y limitar aún más su capacidad para hacer ejercicios.
Para reducir la inflamación debe aplicarse compresas frías o
hielo (de gel o en una bolsa colocar hielo) en la
mejilla o área tratada de forma alternada durante 20 minutos,
realizando al menos 8 aplicaciones de hielo durante las primeras 24
horas solamente, teniendo cuidado de no producir quemadura por
contacto excesivo con el hielo.
Qué hacer si se inflama después de las 48 horas: Ya
no aplicar hielo después de las primeras 24 horas; lo que debe hacer
es colocar compresas de agua tibia por 20 minutos
3-5 veces al día junto con enjuagues de agua con sal (disuelva ½
cucharadita de sal en medio vaso con agua tibia). Enjuague
suavemente con agua salada durante 1 minuto 3 veces al día por 5-7
días hasta que disminuya la inflamación.
Qué hacer si aparecen moretones: Es normal la
aparición de moretes o manchas en la piel que se desplazan hacia
debajo de la zona tratada, en esos casos se recomienda la aplicación
de un gel para acelerar la desaparición de los moretes formados
(consulte a la clínica); también debe saber que estos desaparecerán
normalmente en unos 10-15 días aun cuando no se realice ningún
tratamiento para esto.
¿QUÉ PUEDES COMER DESPUÉS DE LA CIRUGÍA?
Helados/sorbete, flan, gelatinas: Es una indicación muy importante
el ingerir alimentos muy fríos ya que esto ayuda a enmascarar la
sensación de adormecimiento y a reducir el sangramiento y la
inflamación.
Yogurt líquido, semisólido o batidos de yogurt con la fruta que más
te guste.
Frozen o milkshakes, jugos, té frio, todo sin pajilla para evitar
complicaciones.
Purés de carne, verduras, de papas, de tus alimentos favoritos
Sopas o cremas: Serán una fuente importante de proteínas para esos
primeros días de dieta blanda. Lo mejor es hacerlas a base de caldo,
sin trozos grandes que puedan dificultar su ingesta, y no debes
comerlas demasiado calientes sino más bien tibias, ya que lo
caliente podrían alterar la cicatrización.